Hoy es un sentimiento el que e
impulsa, pero no voy a hablar de él. En lo innarrable que es el mundo, el corazón
tiende a tomar formas que uno nunca imagina. Las mascaras de un rostro son
incontables para un ser en crecimiento, nunca terminamos de crecer, nunca
terminamos de disfrazarnos. Mas el corazón solo tiene una forma, un solo molde
indeformable e inmodificable. Imposible que un corazón tome la forma que
nosotros queramos darle.
En un mundo lleno de “te amo” se
suele pensar que el corazón cambia con nuestros pensamientos. Es imposible
formar a conciencia aquellas palabras que solo salen de el corazón. Aquellas que
solo pueden ser pronunciadas desde lo mas profundo de nuestro ser, donde las
espadas y los escudos de la razón son totalmente inútiles. No hay razón más pura e indescifrable que la
del corazón. Hacemos cosas para tratar de entendernos, para tratar de seguir a
nuestro corazón, para encontrar una solución a todos esos pensamientos que no
controlamos y que nos llevan a esos profundos sentimientos. Esos son los
sentimientos que guían nuestras acciones, que nos llevan a ser un rey de
espadas o un as de corazón.
Esas incontables veces que nos
dicen te amo y pensamos que hay algo que no encaja. Esas son las ocasiones
donde el corazón habla con verdad y decide que sentimiento es el adecuado para
sentir. No se engañen pensando que pueden moldear al corazón a voluntad, no se
engañen pensando en esa persona de sus sueños. Son sombras nada mas, sombras
que la mente crea y que el corazón ignora por completo.
Jueguen a la vida tratando de
encontrar las soluciones, no el dinero, no el orgullo, no el respeto. Son las
soluciones que solo el corazón sabe, pero que no conoce aun. Hay una ciencia
completa que ignoramos y que nadie ha podido describir. Esa ciencia que esta
inmersa entre tanta guerra, entre tanto vivir en un amargo dia tras dia. Se que
un soldado ama su arma y que un líder ama a su gente. No lo hacen por
necesidad, ni por respeto, ni por orgullo. Lo hacen porque asi les dicta el corazón.
Hoy decido confesarles que solo
tengo una mascara y que esa mascara de tristeza me ha maldecido a no ser
arrancada de un solo tajo. Que esa mascara esta arraigada a mi como lo esta mi
pensamiento, pero ese no es molde de mi corazón.
Mi corazón grita todos los días para
salirse del pecho y mostrarse ante mi. EL corazón no conoce esas estrictas
ciencias de la probabilidad. El solo reconoce y no anticipa. He tratado toda mi
vida no ser mas que un esclavo de la razón , un esclavo de todo lo probable y
de lo que puede ser. Sin embargo, mi corazón no conoce nada sobre eso. Todas esas
veces que intente, razonablemente, de no salir herido. Todas esas veces que la razón
me ha guiado a callejones sin salida. Esas son las veces que debi dejarme guiar
por el corazón. Por esa voz gritaba dentro mio y clamaba atención. Ese corazón que
sufre del complejo de Cassandra, donde la mente no le cree y la razón lo
ignora.
Hoy confieso que mis acciones no
son el reflejo del molde de mi corazón.