miércoles, 19 de octubre de 2011

Penso Positivo

En días como hoy, noto pensamientos negativos y llenos de dolor. No caben más cosas que las que me azotan la conciencia. En esos días siempre hay algo que me da una pequeña cosa para sonreír. Desde un dulce beso hasta la imagen de una pequeña flor saliendo de una pared de concreto. En estos días solo quiero buscar el pensamiento positivo lleno de cosas más alla de la rutina, más alla del mismo pensamiento consiente.
Todos quieren una opinión de lo que observo bajo mi cristal. Quieren que hable a oídos sordos, a oídos necios palabras sordas. Todos quieren llegar al punto donde se sientan conformes; pero no lograran hacerlo. Solo hay una forma de llegar a esa anhelada sensación de pertenencia en el mundo. Solo se puede ser feliz cuando sabes y eres consciente de todo lo que posees y tienes. Cuando miras hacia atrás y vez todo tu esfuerzo reflejado en lo que has logrado.
En esos momentos en donde empieza el verdadero trabajo para ser feliz. Allí con nuestra mente relajada es que debemos prestar atención a todas nuestras heridas de guerra, mentales y físicas. Debemos capturar el momento y dedicarlo a nosotros mismos. Riéndonos de todo por lo que hemos pasado y convertir cada momento vivido en un momento agradable lleno de historia, historia propia.  Pobre de aquel arquitecto que nunca vio su plano convertido en su deseada obra arquitectónica.
Construyamos una estatua en nuestra mente, una estatua dedicada a nosotros mismos. La causa más grande que tenemos y la que más duro nos da. 

jueves, 9 de junio de 2011

Te amare...

No escribo poemas,
Mucho menos versos.
No se de poesía
no comparto textos.


Pero hay algo al recordar tu mirada,
me hace pensar en vidas pasadas.
Me hace quererte siempre un poco más
y agradecerle a Dios que en mi vida estas.


Quiero dedicarte versos y poesía.
Decirte cuanto te pienso día a día.
En mis pensamientos siempre estas,
verdad inequívoca, imposible de negar.


Eres mi pensamiento más frecuente,
eres la luz que siempre está presente.
Siempre que me pierda en la oscuridad,
con la luz de tus ojos me podre guiar.

No te amare toda tu vida,
pero lo hare en toda la mía.


Desde hoy te regalo toda mi vida.
Te doy mis besos, mis caricias.
Te regalo lo que soy y un poco mas.
Te regalo todo, hasta mi mente audaz.


Estos cortos versos te quiero dedicar.
Eres mi vida nunca lo vayas a dudar.
Eres mi bocanada de aire fresco.
Eres mi base, mi fuerte sustento.
La que siempre esta muy dentro,
de mi corazón y sentimientos.


En fin hay muchas cosas que quiero decir;
pero en tu oído es que las pienso repetir.
Quiero dedicarte, mi vida, un millón de canciones.
Las que hablan sobre el amor y grandes pasiones.

Sin lugar a dudas, lo que mas quiero decir Susana Iriarte.
Es que no pienso nunca en dejar de quererte y adorarte.

Eres mi principal y unica razon para amar.
Te quiero en mi vida a como de lugar.

Te amo... Nunca lo llegues a dudar.

lunes, 9 de mayo de 2011

Miguel Gritar

Hubo un día en que deje de ver hacia arriba y empecé a ver a mis lados. Ya ando aburrido de tanto alimento; pero nada de calidad. Tantos malos pensamientos le van más a una hermana mía que a mí. De vez en cuando, y de cuando en vez, recorro ciudades buscando aquello que me dé una tanda de buenas experiencias. Estoy cansado y un poco aburrido la verdad.

Me aburre ya sentarme en las funciones de opera viendo como el de al lado envidia lo del otro. Cansado de entrar a las escuelas y ver como  los adolecentes piensan que todo es malo y que la moda no incomoda. Otra hermana mía se daría un gusto tremendo aquí; pero a mi francamente me aburre.

Ya desilusionado sentado solo en el metro en hora pico, la hora de salida de todos los trabajadores, encuentro una imagen poco usual. Ya entre el tumulto de gente veo a un hombre estremeciéndose entre toda la gente. La rabia pura es un buen síntoma; pero miro alrededor y veo una cara familiar con cara de asombro y expectante. Una de mis hermanas me hace señas y me indica que me ponga al lado de ella, que ya pronto termina con el tipo.

“Casi, casi, casi. Ya pronto sus pensamientos endebles llegaran a ti. Total ya sabes que siempre nos ha gustado el mismo tipo de gente.” Dice mientras me guiña el ojo de manera insinuante.

Este pobre hombre de cabellera crespa, con cara de amargue y a punto de llorar. Parece uno de los Hobbits de esa película tan famosa. Estaba con esas camisas blancas de uniforme de trabajo. Estaba casi llorando y a punto de tirarse del carro. Estaba con las manos empuñadas mirando por la ventana tratando de no estar más allí.

“Ven escucha, escucha:” me invita mi hermana. Pego mi oído a su pecho y pongo toda la atención:

“Que estoy cansado que me digan lo que debo hacer. Que cualquier desgraciado liga más que yo. Me harte de ver corto, incomodo e impávido, como la única fila que se mueve es la de al lado. ¿Por qué mierda es que la mala suerte me persigue si siempre hago todo como se debe?.”

En eso soba su rostro un poco intranquilo y veo como sus manos se dirigen hacia unos morados. Golpes del pasado y frescos aun. En esos momentos sus pensamientos ya están siendo claros. Los oigo como un aguacero apabullante.

“Estoy harto de tanta mierda en este mundo. Estoy cansado ya. Los odio a todos. Odio a esos hijos de puta. Yo trabajo como un burro y no puedo comprar una casa. Trabajo como un maldito animal y esos imbéciles vienen y me roban. Aparte se ríen como haciendo una gran obra. Malditos espero mueran de una forma cruel y en una zanja llena de mierda.”

Esos son los pensamientos que me gustan. Ya mi cara cambia un poco al oír claro y conciso lo que necesitaba oír. Mi hermana rápidamente pierde el interés “No me interesan los que se quejan y no hacen nada.”

Se despide con un beso en los labios y se dirige a un niño que recién regañaron por dejar caer su morral. Total ya no es de mi incumbencia, ella vera a quien acecha. Esta noche este famélico sujeto es mi presa y pienso aprovecharla.

Con elegancia digna de mí, me muevo al lado de este sujeto y lo abrazo sin que él se dé cuenta. Es alimento puro, que dicha. Es un poco grosero y burdo; pero es lo que buscaba. En definición necesita un poco de creatividad en sus pensamientos. Rebusquemos a ver que puedo sacarle.
“Mi estúpido jefe y su gran vida. Me encantaría que se la metiera culo arriba. Qué suerte tiene ese imbécil. Me pudre sonreírle a diario a él y a su foto familiar. ¿Familia? si ese desgraciado se la juega a su mujer con la que se atraviesa. Siempre me cuenta con cuantas estuvo, con cuantas fue en su velero, con cuantas lo hizo en su lamborgini. Lo detesto. Juro que si tengo que sonreírle una vez más voy a gritar.”

Eso ya vas bien enfocado mi querido niño. Vamos que se que más adentro hay más. Vamos déjame degustar del plato de calidad que eres. Veamos mas afondo.

“La desgraciada que tengo por mujer cree que no sé que me pone los cuernos cada que quiere. Me hice el pendejo en nuestra luna de miel mientras le tiraba los perros al de recepción. No sé si se lo habrá comido o que; pero ¿de verdad que me cree tan estúpido?”
Comienzo a aburrirme, dame algo más nutritivo. Eso es muy común y lleno de cosas diarias. Zorras hay en todo lado.

De pronto el vagón del tren se detiene y el espabila buscando la salida. Apresura su paso agarrando fuerte sus cosas y atropellando a la gente que se encuentra en su camino. Su cara de pocos amigos me encanta. Es como ver un animal asustado que trata de defenderse inútilmente de un león. Fantástico.

“Maldita muchedumbre. Apártense de mi camino. Son unos estorbos inútiles. Ojala desaparezcan en un rayo.”
Eso ya va mas conmigo, adelante, adelante.
“Odio todo este maldito mundo de mierda. Quiero que todos se vayan y me dejen solo. Quiero que una bomba estalle y mate a toda esta inútil gente.”

Ya vas por el sendero que te lleva a mis brazos.

“No me importa lo que nadie piensa de mi. Ya no quiero que nadie se atreva a mirarme.”

“Nunca pude hacer las cosas que me gustan. Nunca pude ir a un concierto decente, no pude ir a Aerosmith. Que nunca vi a Limp Bizkit, nunca vi una escena llena de luces, solo oscuridad de mi casa alumbrada por un triste monitor. Soy un maldito enano que no merece nada. Odio mi afiche de Roger Rabbit de la infancia. Me trae muy malos recuerdos. Nunca tengo plata para absolutamente nada. Maldita sea siempre ando en déficit y nunca en superávit.”

“Siempre fui el ultimo de la fila y aun así me empujaban. Estúpidos deportes y su exigencia física. Siempre me quedaba con la boca abierta y nadie se interesaba en escucharme. Creían que nunca tenía nada bueno que decir. Ojala un golpe en la cabeza los saque de este mundo.”

“Siempre me persiguen las deudas estúpidas de mi mujer. Nunca puedo salir, tampoco es que tenga con quien hacerlo. La gente me aburre y creen que por mi cara soy una persona que escucha. Solo dejo que hablen y trato de no oírlos su voz me molesta. Absurdos. A nadie le interesa su aburrida y poco trascendental vida.”

Que gozo absoluto, de verdad que es una noche maravillosa. Hace siglos no la pasaba tan bien con una sola víctima.

“Ya no veo la hora de salir de este mundo. Estoy en la media de vida ya. Maldita cobardía. Debí haberme quitado la vida hace mucho.”

Al doblar la esquina a su casa ve un cuadro algo familiar. Un par de hombres encima de una mujer tratando de quitarle sus cosas.

“A la mierda no es mi problema. Total nadie me ayudo ayer a mí. Que se joda por andar sola en la noche por estas calles.”

“Ojala le arranquen la piel y se hagan un abrigo con ella.”

Que asombro! Eres material para una vida completa. Me encanta este hombre.

Entonces es cuando veo al lado de la mujer a la última de mis hermanas. Siempre me amarga el rato. Mira en un momento a mi presa y este empieza a dudar.

“pero a mí me hubiera gustado un poco de ayuda ayer. Tal vez deba ayudarla. Debería o no sé. Espero que alguien más lo haga. No me gustaría meterme en asuntos ajenos.”

Maldición! No me arruines el rato. No te dejes guiar por esos pensamientos tontos. Que todo eso es falso solo yo existo. El Odio es lo que perdura por siempre.

“Debo ayudarla, no me gustaría que fuera una hija mía la que estuviera en esta situación y nadie la ayudara.”

Mi estúpida hermana se acerca pronta a él. Le susurra al oído que siempre hay una luz.

“Llamare a la policía e iré corriendo diciendo que ya la llame.”

Estúpido! Esos arranques de valentía no llevan a nada. Terminaras mal y en las manos de quien menos lo crees.

En eso llama a la policía y dice que vengan corriendo que esta un asalto en proceso y que tratara de interceder. Instantes después sale corriendo por esa oscura calle envuelta en penumbra. Al llegar los hombres se impactan un poco; pero enseguida sueltan una risa.
“Vete de aquí enano que esto no te incumbe.” “Venga zorra paga de una puta vez!”

“Ya llame a la policía y vienen en camino así que será mejor que se vayan.” Dice mi intrépido y tonto, pero valiente, Hobbit.

Los hombres se sorprenden un poco pero al instante reaccionan al oír una moto con las luces encendidas acercándose por el otro extremo de la calle.

“Mierda la ley. Vámonos de una puta vez.” “Esta me la pagas ahora mismo enano de mierda.”
El hombre más alto de tez morena saca una revolver y se lo acerca al rostro a nuestro amigo. Suenan un par de tiros y mi pequeño amigo cae moribundo al piso.
Sus pensamientos son algo confusos; pero puedo leer algunos.

“Maldita sea, esto me pasa por meterme donde no me han llamado. Maldita sea mi vida por ser un tonto más. ¿Por qué coño quería hacerme el héroe? Solo me gane un par de tiros. ¡Idiota!.”

Hasta en su muerte puedo degustar estos deliciosos pensamientos. Mi molesta hermana sigue al lado de la mujer. Le susurra cosas al oído para poder calmarla. Luego voltea hacia mí y me mira con esa mirada de siempre. Acaricia mi rostro mientras se dirige a mi enano. Que atrevida estaba aquella noche. La detesto.

Le susurra un par de palabras al oído:”Ningún sacrificio es en vano. Mira a esa mujer. Ella es tu vecina. La única que te saludaba y te sonreía al salir del edificio.”

Mi pequeño sonríe con una cara de imbécil mientras la mujer se abalanza sobre él con lágrimas en los ojos gritando “gracias mil gracias. Resiste que iré a buscar ayuda. No te mueras por favor.”

En eso trato de meterme en su mente una vez más; pero un haz de luz me lo impide. Es mi estúpida hermana que ya ha retorcido esta mente digna de una buena faena.

Mi pequeño enano no sobrevive. Su rostro muestra dolor incluso después de muerto. Es una verdadera lástima, quería más diversión. Siempre me la arruinas. Maldita Esperanza. Siempre te metes donde no te llaman. El mundo está lleno de mí y nunca podrás iluminar todas las mentes que ya están bajo mi ala.

Esta guerra no se acaba aquí. Aunque siempre me persigas. Tonta Esperanza. ¿Siempre te tendré a mi lado acosándome?

viernes, 8 de abril de 2011

La calavera no chilla

Dejen que les cuente de la vez  que casi muero. Una de las tantas veces que el placer de jugar con los mortales me llevo a un descuido fenomenal.
Hay noches en las que decido mirar al mundo y ver qué hay de interesante en el. Busco aquello que llaman la verdad en los ojos de la gente, en la ventana de su alma. A veces no encuentro si no cosas sin importancia y en problemas que no tienen nada de complicado y difícil. En fin, me aburro. En noches como hoy sigo alguna corazonada, que casi siempre me lleva a la nada; pero hoy no es una noche común.
Vi la imagen de un tipo desconocido por completo. Un hombre que solo pensaba en la forma de no pensar más. Llamo mi atención inmediatamente. Su vida era un desastre; pero él no se preguntaba los porqués sino los cómo. Era fascinante estar inmerso en sus pensamientos y recuerdos. Una buena noche se avecina y no pienso perder la oportunidad. Una mente de verdad pensante, como escasean en estos días.
Pensaba en colores para olvidar todas sus razones. Pensaba en esas caricias perdidas mientras el sabor del licor le inundaba los sentidos. Una pequeña sacudida en su cuerpo lo devuelve a sus pensamientos casi suicidas. Abría las paredes de sus recuerdos a mazazos violentos, gritaba a puertas cerradas en su imaginación. No era querer lo perdido lo que le ponía así, era el saber que lo había perdido. Imágenes al azar de una diva sin rostro lo reculaba cada vez más en su silla. Una completa sensación de delicioso desespero.
Su botella casi acaba y comienza a gritar en su mente. Cada vez más su mente se llena de caos. De cosas que parecen no tener sentido. Lo que más le duele es no saber a quién lastimar. Piensa en cómo sacar al asesino que chilla por salir. Vuelven gritos, muchos más que antes. Gritos de dolor, de rabia, de locura, de éxtasis. Mientras más bebe mas se acuerda. Más le duele no pensar en otra cosa.
De la emoción causada, por ese alimento que es su desesperación, me acerco a él botella en mano y con una sonrisa de mejilla a mejilla. Me mira con una mirada de asco y me dice: “¿Quién mierda te crees?”. No podía sino reírme y ofrecerle la botella y mi callada compañía. “No es más que la muestra de mi total agradecimiento. Por fin no estoy aburrido.”. Su mirada de asco y decepción lo decía todo. Que feliz era esa noche. Bebía y me gritaba cosas que no podía entender. “¿eres acaso un demonio que viene a burlarse de mí?” “¿Qué sabe alguien como tu sobre lo que le pasa a alguien como yo?” “¡¿sabes acaso lo que es tener una hambre insaciable?!” “¡¿qué mierda sabes tú de lo que me está pasando?!”. No podía sino reír y sentirme feliz.
Termina por completo la segunda botella y con su último aliento de resignación se marcho. Lo perseguí todo el camino mientras gritaba: “¡Llegare al sol! Por favor muéstrame otra ruta” “Llévame esta noche al sol que ya no lo puedo ver.”
Ya me estaba aburriendo; pues es  la lontananza de la esperanza la ruta más popular. Esos caminos no llaman para nada mi atención. No hay alimento allí para mí. Total lo seguí un rato mas en sus pensamientos, a ver si algo mas pasaba. Al llegar a su apartamento saca una pequeña bolsa transparente con un polvo blancuzco dentro. Lo riega todo sobre una pequeña mesa y comienza a inhalar de forma frenética. En esos momentos su mente se centraba en la imagen de la misma diva de antes; pero ahora su rostro era una calavera. La calavera grito. Gritaba de una forma horrorosa, como si con su grito quisiera acabar allí mismo el mundo. Era tan puro ese odio a todo.
Allí mismo nació el asesino que no sabe a quién lastimar. Empieza a correr de pared en pared. Su rostro comienza a desfigurarse de todas las formas. Tras cada golpe una carcajada sonora sale de su boca. Tras cada carcajada la calavera en su cabeza gritaba. La calavera grito y grito más fuerte. Su desfigurada sonrisa cada vez se hacía más loca. Huele un poco mas de ese polvo blanco de sus delirios. Ya no puedo distinguir nada de lo que piensa. Son imágenes al azar y muy rápidas. Ya no sé si ríe o está llorando. No lo puedo distinguir en su inflamado rostro.
Cuando ya no es más de noche cierra fuerte puertas y ventanas. Lo único en que piensa es que no quiere tener más noticias del frio de la mañana. Qué buena noche he pasado. No quiero que termine. Con el último de sus gritos mira en el espejo su maltratado y desfigurado rostro. Allí fue cuando me vio. Allí fue cuando me vio en sus pensamientos e imágenes. Lanzo un grito de desesperación y arremete a cabezazos contra el vidrio del espejo. MI risa se escuchaba por todo el lugar. No era burla ni mucho menos, era satisfacción.
El piensa que algo he tenido que ver yo con sus actos de desesperación y le hablo desde dentro: “Soy solo un ferviente admirador de esta obra de teatro a la que llamas vida. Anda sigue con tus lamentos y dame un final digno de esta absurda tragicomedia.”
Su rostro cambio de un momento a otro. Simplemente no era el mismo y allí fue cuando me asuste al ver el final que tenía pensado. Con los fragmentos del cristal abre las venas de brazo en forma vertical. Me sonríe a través del ensangrentado vidrio. Se mofa de mí de una manera asquerosa y repugnante. Sentí casi de inmediato las punzadas que indicaban que estaba en grave peligro. La calavera ya no gritaba sino que me señalaba y se reía de mí a carcajadas. Por breves instantes sentía el mismo dolor que el. Me había sumergido mucho en el. Había logrado ser el por un momento, y eso me estaba costando mi existencia.
El se hallaba agonizando mientras reía e inhalaba un poco mas de polvo. “Querías degustarte de mí. Ahora paga el caro precio de no sentir lo propio y muere con mi sufrimiento.”
No podía creer que tanto dolor fuera posible. Nunca había experimentado algo tan fuerte y a la vez martirizante. Mis pensamientos se fundían en los de él y así comencé a desaparecer poco a poco. Ya no era él el que moría. Moría por mi descuido y a manos de un simple.
En los últimos momentos, cuando él se disponía a dejar su último aliento, llego una mujer. Abrió la puerta de par en par y se abalanzo sobre el sujeto intentando socorrerle. Cuando vi en sus ojos pude ver a una antigua conocida. Al introducirme en sus pensamientos intentando no morir pude ver con claridad de quien se trataba. Mi antigua y olvidada amiga. Hace mucho que no la veía. Cuando todos salimos de esa caja nunca más la volvimos a ver; pero allí estaba ofreciéndome su regazo y sus piernas para descansar.
Del sujeto supe que se recupero de su intento. De mi, solo les diré que ahora tengo una deuda eterna y que gracias a ella pueden ustedes salirse de mis manos. Por eso allí donde yo este también estará ella, mi querida hermana, La esperanza.
Atte.: La demencia.
PD: "Hay una delgada línea entre la genialidad y la demencia.” Cuídense de entrar en mi reino sin la luz de la esperanza para guiarlos.