viernes, 3 de septiembre de 2010

¿Quieres saber que pienso a diario?

Siempre hay cosas que escapan de mi, algo siempre es quitado de mi lado, la verdad ya no se como ser feliz. Quisiera quitar algo de este dolor y compartirlo, quisiera ver que ya esta enorme lluvia de alacranes termino y así poder decir: “Púdranse”. Siempre tengo un loco encerrado en mi habitación y creo que lo deje salir un par de veces antes; pero la verdad quiero verlo todo destruido, el mundo devastado y simplemente plano, donde nada moleste a mis ojos de observar el divino horizonte. Quiero jugar a ser Dios; pero estoy seguro que me aburriría muy rápido.

A la hora de agradecer, me gustaría simplemente llevar mis consignas en mis manos ¿en realidad solo queda este entupido mensaje en mis manos? preferiría hablar a ser escuchado, no lo digo de tonta manera, lo digo por que me importa muy poco que alguien me oiga o no después de que hable, no soy un fanático del interés. Pero siempre me han fascinado los ojos; así que tal vez si solo me están mirando podría no perder el interés tan fácilmente. No hay muchos que puedan escuchar lo que tengo que decir y, la verdad sea dicha, de esos pocos que pueden escucharme a ninguno le interesa hacerlo. 

A veces siento que no puedo tolerarlo más. Quiero estallar y que conmigo estalle el mundo completo. A veces el pensamiento de quedar solo en el mundo pasa a ser una firme necesidad. Claro que siempre esta esa tontería que nos decimos y revisamos mas de una condenada vez, ¿esta bien jugar al carcelero? Estoy cansado y creo que aunque tuviera fuerzas no valdría de nada seguir en pie pensando. Creo que, siempre, es la vida misma la que se esfuerza por retrasarte, como diciendo: “Espera tu turno, que eres de los últimos y, tal vez, no alcances.”

Hay comienzo entonces a ahogarme en lo ajeno, recogiendo del piso partes del rompe cabezas que no son mías, confundido camino hacia lo que parece un buen futuro: “Termina tu carrera y comienza a trabajar, no tengas envidia de los que podemos.”

Escupo al cielo unos cuantos maleficios antes de salir de mi hogar, trato de escapar del inclemente sol que amenaza una vez más, por que no se apaga ya y nos libra a los dos de este tonto juego matinal. La verdad voy caminando discutiendo conmigo sobre el por que no debería volverme loco y tratar a los demás como me venga en gana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario